A Arianna Huffington, la epifanía le llegó el 6 de abril del 2007. Dos años antes había creado The Huffington Post, que rápidamente se había convertido en el blog de noticias y análisis más respetado de EE. UU. y seguía creciendo de manera exponencial. En el marco de unos meses había dejado de ser la periodista, escritora y excandidata a la gobernación de California, que muchos conocían, para convertirse en una de las pocas mujeres en integrar las más altas cúpulas del poder: ahora figuraba en la lista de 100 personas más influyentes de la revista Time y también había logrado aparecer en la lista de mujeres más poderosas de la revista Forbes. Trabajaba 18 horas diarias, siete días a la semana y no le faltaban ganas de seguir fortaleciendo su negocio, expandiendo la cobertura de The Huffington Post y reclutando nuevos inversionistas.
Pero llegó el golpe de realidad. El acontecimiento que la llevaría –aunque no lo sabía entonces– a darle un giro a su vida y publicar este año el resultado de ese cambio: Thrive. The Third Metric to Redefining Success and creating a life of well-being, wisdom and wonder” (que podría traducirse como “Florecer: la tercera métrica para redefinir el éxito y crear una vida de bienestar, sabiduría y asombro”), un best seller que busca generar un verdadero movimiento social para provocar transformaciones profundas a través de una nueva valoración de lo que significa el éxito.
–Mi definición de éxito cambió definitivamente– dice hoy Arianna Huffington desde EE. UU. Cambió debido a un doloroso llamado de alerta. “En la mañana del 6 de abril del 2007 me desperté tirada en el suelo del escritorio de mi casa, en una poza de sangre. Al caer, mi cabeza había golpeado la esquina de la mesa, me corté el ojo y me quebré el pómulo. Había colapsado de lo exhausta que estaba y por falta de sueño. Fui de doctor en doctor, me hice resonancias magnéticas, CAT escáneres y ecocardiogramas para descubrir qué tenía. Pero no había ningún problema médico detrás de mi agotamiento. Ninguno. Las salas de espera de los médicos, sin embargo, fueron buenos lugares para que yo empezara a hacerme muchas preguntas sobre el tipo de vida que estaba viviendo”.
porta carnets bogota
No hay comentarios:
Publicar un comentario