lunes, 25 de agosto de 2014

Rafael Molano Olarte y toda una vida detrás de los productos Ramo

En una casa del barrio Los Alcázares, en Bogotá, empezó el desarrollo del ponqué Ramo, inspirado en la fórmula de la abuela y financiado con un crédito de la cooperativa de Bavaria, donde el empresario trabajó en la década del 50.
Luego comenzó la distribución a las tiendas, la venta por porciones para facilitar la salida del producto y el ajuste de este con unas cintas de papel de seda para que no se desbaratara.
Ante la aceptación de los consumidores, don Rafael dejó Bavaria y tecnificó su empresa: una batidora, un horno más grande y el uso de la marca Ramo, inspirada en la forma que tomaba la cinta cuando se ajustaba el ponqué y no del nombre del fundador, contó en 2008 Mauricio Molano, el mayor de sus ocho hijos.
Empezaron las contrataciones y la necesidad de sacar la fábrica de la casa y estandarizar los productos. Corrían los años 60 cuando abrió su primera planta en lo que hoy se conoce como Sanandresito.
Fue toda una innovación que el ponqué Ramo estuviera disponible y fresco en las tiendas, pues hasta ese momento se asociaba y se preparaba para las celebraciones. En 1967 fue destacado en un concurso internacional de mercadeo.
En los 70 la producción se trasladó a Mosquera (Cundinamarca). Por esa época hubo un 'boom' de la marca gracias al programa de televisión que popularizó el estribillo: "Feliz cumpleaños amiguito / te desea ponqué Ramo", del compositor Santander Díaz.
Las necesidades del mercado colombiano llevaron a Molano a abrir fábricas en Sabaneta (Antioquia) y en Palmira (Valle) en 1983.
Para la distribución, Productos Ramo puso a marchar los emblemáticos triciclos que abastecen dos veces por semana las tiendas en una cuidadosa zonificación.

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