Todo autorretrato expone el largo conflicto entre lo que se es y lo que se quiere mostrar. En ellos, los hombres se despojan de toda carga por un instante para posar sin adornos, como se posa una nube en el cielo. En este caso, los cuerpos de varios jóvenes se instalan en una naturaleza que parece recuperar su misteriosa relación con la vida cotidiana. El puro asombro.
Los retratos, en este caso, fueron tomados por los participantes de los talleres de fotografía de la fundación Arts Collegium. Su objetivo es que la fotografía vuelva convertirse en una actividad propiciadora del sentido de pertenencia de los asistentes con sus respectivos municipios. En este caso, Sopó y Guasca.
Las fotografías se expondrán desde el 30 de mayo hasta el 23 de junio en el Jardín Botánico de Bogotá. En ese entorno, cada imagen logra expresar una visión muy personal: la del autor que, críticamente o afirmativamente, sabe qué significa vivir sin imposiciones.
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