En plena hora pico de la mañana del martes, el suroccidente de Bogotá colapsó por cuenta de los bloqueos de unos 50 conductores y propietarios de camionetas blancas que prestan el transporte público colectivo de manera ilegal en sectores como El Porvenir, y que rechazan los controles de las autoridades de tránsito.
El bloqueo se dio en la intersección de la avenida Ciudad de Cali con avenida Villavicencio, cerca del portal de Las Américas, en ambos sentidos, desde las 6 a. m. Buses de TransMilenio, alimentadores y particulares quedaron atascados en ese punto por cerca de dos horas. Luego, la caravana blanca se desplazó hacia la calle 13 con 37, frente a la Secretaría de Movilidad, para exigir el cese de los operativos.
“Cada vez que nos reunimos con el Distrito nos dicen que van a parar, pero vuelven y nos detienen. No es justo que nos toque pagar hasta 7 millones de pesos en comparendos por prestar un servicio que la gente necesita. Al SITP –Sistema Integrado de Transporte Público– le quedó grande hacer el trabajo”, dijo uno de los manifestantes.
María Constanza García, subsecretaria de Movilidad, señaló que “ellos están ejerciendo una modalidad de transporte para la que no están habilitados y si se enfrentan a la Policía, pues les van a pedir revisión técnico-mecánica y otra documentación al día y hacer operativos”. Agregó que no se les prohíbe el derecho al trabajo y que la Secretaría puede darles acompañamiento para que se habiliten y legalicen el servicio.
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