Es tradicional que cada vez que empieza un nuevo periodo legislativo, entre los congresistas se despierte el apetito por obtener un cupo en las comisiones económicas del Congreso (terceras y cuartas), pues sobre ellas recaen las decisiones de inversión de los recursos presupuestales y la obtención de las fuentes de financiamiento del Estado, principalmente, los impuestos.
No obstante, en esta oportunidad hay una verdadera rapiña por hacer parte de las planchas de estas comisiones, las cuales se conformarán hoy, para elegir las cabezas de cada una.
Entre las razones de este apetito voraz por las comisiones económicas, que ha llevado incluso a parlamentarios que no tienen conocimiento del tema, a hacer valer sus votos para quedar en ellas, están las decisiones de inversión regional que se tomarán a través del Plan de Desarrollo, que debe ser presentado por el Gobierno, para el próximo cuatrienio y que tendrá un monto entre 550 y 600 billones de pesos.
El Presupuesto General, por ejemplo, que por demás, para el 2015 está desfinanciado, tendrá que incluir recursos para apalancar el desarrollo de la infraestructura. Cada una de las obras a realizar en las regiones deberá quedar consignado en el Plan de Desarrollo, lo que hace que las distintas bancadas intenten dejar allí su vocero.
Además, en estas comisiones se tendrá que sortear el futuro de los colombianos en materia de pago de impuestos, ya que es inminente una nueva reforma tributaria que sería abordada por las terceras. Y, como si fuera poco, también para este año las mismas células legislativas tienen en sus haberes la decisión de repartir los recursos de las regalías, pues el Presupuesto para distribuir estos recursos es bianual y el que está vigente se vence en el 2014.
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