martes, 29 de julio de 2014

Firma que vendió las pistolas taser ya tuvo líos con el Distrito

Efectivamente, se trata de la misma firma que le vendió unos equipos ‘Falcón’ –por 1.228 millones de pesos– para que la Inteligencia de la Policía en Bogotá interceptara llamadas de celulares, que nunca sirvieron.
Tal como lo denunció EL TIEMPO en su momento, según un convenio firmado el 30 de diciembre del 2005, entre el Fondo de Vigilancia y el Fondo Rotatorio de la Policía, los equipos debían estar operando a mediados de 2007. Pero, tras superar varias fallas técnicas, se dieron cuenta de que no interceptaban celulares con tarjeta SIM, que los aparatos eran obsoletos y que alguien obvió la consultoría que iba a definir sus especificaciones técnicas.La licitación para adquirir los Falcon se había declarado desierta, pero Eagle interpuso un recurso de reposición y ganó. El contrato de las pistolas Taser –tasado en 536 millones de pesos– tampoco fue por licitación: se hizo por contratación directa, debido a que, según la Policía, “solo existe una persona que puede proveer el bien, como proveedor exclusivo” de las armas.
EL TIEMPO buscó a Arquímedes Bonilla, representante de Eagle Commercial S.A., para que explicara las críticas al viejo contrato de los equipos Falcon y las reservas sobre los efectos de las Taser, pero en su oficina dijeron que está fuera del país.
Y Jorge Enrique Vega Aponte, miembro de la junta directiva de Eagle y representante legal de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días (mormones), no quiso responder ningún interrogante sobre el contrato (que ya fue adicionado) ni sobre el efecto de las descargas. Y aunque en Eagle dijeron que Jorge Trujillo llamaría, hasta la noche del lunes aún no había respondido.

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