martes, 29 de julio de 2014

Los pecados a la hora de comprar celular / Análisis del editor

Muchos de los males que sufrimos los colombianos en materia de servicios de comunicaciones móviles tienen que ver con las malas decisiones que, por ignorancia o en el marco de la nefasta ‘viveza’ que nos caracteriza, terminamos tomando.
No se trata de exculpar al servicio de los operadores. Claramente, cuando un operador falla en la prestación del servicio, la afectación es evidente, documentada, masiva y crónica, difícilmente achacable a los celulares de los usuarios afectados.
Me refiero a ciertas prácticas que nos terminan por afectar en el corto y el largo plazo. Como por ejemplo:
Comprar móvil por los ‘regalos’. Caemos con facilidad cuando vemos palabras como ‘gratis’ e ‘ilimitado’, cuando deberíamos motivarnos primero con promesas como ‘calidad’, ‘atención al cliente’ y ‘buen servicio’. Conozco casos de amigos que sufren a diario por la mala calidad de cubrimiento de su operador, porque les facturan mal o les cobran cosas que no deberían, pero terminan ampliando su estadía porque les regalaron algo. Y siguen sufriendo.
Comprar celulares ‘chimbos’. Típica colombianada. Desde ropa, relojes y accesorios, los colombianos hemos sido afectos a las cosas de marca, pero en versión pirata. ¡Y las compramos felices! Lo que pasa, en el caso de los celulares, es que no se trata de un pedazo de tela o plástico que, aparte de notarse lo ‘chimbo’, no hacen mayor daño. Estamos hablando de equipos que imitan a otras marcas o que son de unas no conocidas, que no cumplen con las normas de radiofrecuencia y de fabricación con elementos no tóxicos, por lo que el envenenamiento es, sin exagerar, lo menos que le puede pasar.

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